De modo que me, cuestiono dónde están las aceras
cómodas en las grandes ciudades, bordeadas de árboles
frondosos para usar las bicicletas y sus
estacionamientos con el fin de llegar al trabajo.
Al contrario, todos los árboles centenarios donde
podemos descansar del calentamiento
global los han cortado. Esto es, un afán profano de
hacer grandes edificios, llenos de brillantes espejos, con el
propósito de mirar la contaminación y el espectáculo
urbano.
Me sigo preguntando dónde están las oficinas
para facilitarle al pueblo los servicios
más apremiantes. Unas están en el oriente,
otras por el poniente y no tienen dirección.
En un país sustentable las oficinas del gobierno se
ubican todas en los lugares donde las personas puedan tener
accesibilidad a ellas o cerca del tren, o de
los terminales de las guaguas, etc.
Tan así, que el error más grande de los
pasados gobiernos fue el desechar la agricultura de
nuestros suelos. Un
país sustentable produce los alimentos que
consume, somos cada día más dependientes de
productos
agrícolas exportados de Santo Domingo, Costa Rica y
otros países.
Mientras que observamos cómo son afectados con el
dañino cemento, no
dejamos que corran libres los arroyos, riachuelos y ríos
por los llanos como ocurría hace más de
treinta años atrás. Esto lleva consigo que
tapamos sus cauces por el avance para un futuro
venidero (cursiva mía).
Nos hacemos los sordos y los mudos y no queremos
darnos cuenta que con esta actitud que
no quedara nada; ni agua pura, ni
suelo
fértil para que nuestros nietos y bisnietos puedan
subsistir en el mañana.
En los años de colonización de la Isla uno de
los bienes
más comunes lo fue el oro, la plata,
los minerales y otros
tales, como la vegetación, los ríos y lo más
maravilloso es que es un país rodeado de naturaleza y
mar.
En fin, en tiempos actuales analizando el estatuto
económico del país y las condiciones de vida
se entiende que no contamos con las cualidades de un
país sustentable, en algún momento tal vez si
se hubieran aprovechado los bienes y se hubiera administrado con
otras alternativas existe la posibilidad de que viviéramos
en un país altamente sustentable, por tanto, repito es
lamentable la situación actual en la que buscando el
progreso, abandonamos nuestros recursos.
Autor:
Jorge San Inocencio
Puerto Rico
25/09/2008
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